Equipos innovadores para la detección de gases en el sector de los servicios públicos

En el pasado, la detección de gases se basaba a menudo en reacciones químicas que provocaban un cambio en la resistencia eléctrica del sensor de un instrumento. Estos instrumentos solían reaccionar con lentitud y a menudo eran sensibles a otros gases. 
Una alternativa eran los detectores de ionización de llama. Éstos queman una muestra del gas y detectan los iones liberados en el proceso. Estos detectores son precisos y robustos, pero pueden resultar incómodos. Cuando esto limita la movilidad del operario, la productividad puede resentirse.
A diferencia de las dos tecnologías anteriores, los detectores de infrarrojos son más robustos y requieren menos mantenimiento por parte del operario. Los detectores que utilizan esta tecnología no se unen químicamente al gas ni alteran la muestra en modo alguno, sino que simplemente la iluminan con luz infrarroja. Esto ofrece muchas ventajas, como una respuesta rápida y, lo que es más importante, una recuperación rápida, lo que permite detectar y localizar fugas con mayor rapidez. La singularidad de la tecnología que ofrece Southern Cross es que utiliza la detección por infrarrojos en todo el rango de medición deseado.

El sistema de sensores del detector de fugas de metano IRwin, combinado con el cromatógrafo de gases incorporado, permite al usuario identificar si la muestra es efectivamente gas natural. Alternativamente, podría tratarse de gas de pantano resultante de la descomposición de la materia orgánica del suelo o de gas propano procedente de una fuga de una instalación privada cercana. Al identificar el tipo de gas, la fuga puede identificarse con certeza antes de dedicar recursos a los trabajos de excavación.
 

En el pasado, las muestras se enviaban a menudo a analizar, lo que suponía una larga espera para obtener los resultados. Ahora los resultados se entregan al instante, con la composición de gas de la muestra mostrada en un gráfico en la pantalla digital y una descripción en texto sin formato, por ejemplo "GN con etano detectado".

Además, ya no es necesario taladrar agujeros de varilla alrededor de la zona sospechosa para encontrar la ubicación de una fuga. Una vez detectada la fuga, su ubicación exacta puede determinarse normalmente en 10 minutos utilizando la campana de vacío suministrada con la unidad.
Uno de los clientes de Southern Cross es el Cullman-Jefferson Counties Gas District, que explota una red de 1.000 millas en el centro de Alabama, basada en el gasoducto de Birmingham a Cullman.
"Estamos ahorrando mucho. Tenemos la obligación legal de realizar inspecciones periódicas de la red de gas en busca de fugas. Es una de nuestras operaciones más costosas. Antes tardábamos entre cuatro y seis meses en inspeccionar una quinta parte de la red. Ahora podemos hacerlo en dos meses y medio o tres, ahorrando entre un tercio y la mitad del tiempo necesario", afirma Keith Blackwood, Director de Construcción e Ingeniería de la empresa.

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