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La detección de fugas maximiza de forma fiable la fecha de consumo preferente y evita el desperdicio de alimentos
Los productores de alimentos tienen un gran interés en prolongar la vida útil mínima de sus productos, para satisfacer las demandas de los consumidores y hacer frente a los largos trayectos de transporte. Los envases flexibles y MAP desempeñan un papel decisivo en este contexto, ya que uno de sus propósitos es proteger el producto de influencias externas perjudiciales. Un criterio clave es la estanqueidad del envase, ya que tiene un impacto significativo sobre si los productos se deteriorarán prematuramente o incluso se echarán a perder. Con la indicación obligatoria de una fecha mínima de durabilidad (MDD), las empresas tienen una obligación para con sus clientes: deben poder confiar absolutamente en sus envases, así como en los resultados de las pruebas de detección de fugas correspondientes. Una tecnología de ensayo innovadora, como el método de aumento de presión, puede lograrlo. En el interior de la cámara de membrana flexible, el método de aumento de presión detecta de forma fiable, rápida y sencilla tanto las fugas más finas como las más gruesas.